Tenía unas ganas infinitas desde este verano de estrenar mi molde para cucharitas :) Me lo trajo mi madre de Roma junto a un montón de cosas más (un temporizador de cocina en forma de cupcake monísimo, unos moldes para mini bizcochos y miles y miles de galletas y bollos que sólo se encuentran en Italia y son mi absoluta perdición). Y con tanta emoción y sobredosis de azúcar se me olvidó por completo mi molde para hacer cucharitas de chocolate o de hielo. Obviamente para mí su uso será única y exclusivamente para hacerlas de chocolate :)
No me digáis que no son ideales para acompañar un café o un cappuccino bien caliente... Las sirves bien bien frías junto al café, y para qué usar una cucharita normal teniendo ésta, ¿no? Me parece una idea muy original y diferente.
Para hacerlas he usado básicamente chocolate negro troceado (uno del 70% y unos 60 g ya que los moldes son muy pequeñitos) y lo he deshecho al baño maría hasta que quedara bien líquido. Con cuidado he rellenado el molde y con una espátula he alisado la superficie para que quedaran bien planas por la parte posterior. Las he dejado en la nevera toda la noche (otra opción es el congelador) y al desmoldarlas ya con el calor de las manos quedan perfectas para servir.
Eso sí, si tardamos demasiado... ¡se derriten! Así que hay que ser rápido en hincarle el diente. Me ha encantado el resultado. Os dejo una foto de otra idea que he visto por la red que me ha apasionado y es más o menos lo mismo: se puede usar un molde de hielos, rellenarlo de chocolate al gusto y clavarle una cuchara. ¿Es brutal o no?
Eso sí, si tardamos demasiado... ¡se derriten! Así que hay que ser rápido en hincarle el diente. Me ha encantado el resultado. Os dejo una foto de otra idea que he visto por la red que me ha apasionado y es más o menos lo mismo: se puede usar un molde de hielos, rellenarlo de chocolate al gusto y clavarle una cuchara. ¿Es brutal o no?
Dolce Amarena Barcelona