lunes, 8 de junio de 2015

Bizcocho Tierno de Yogur y Ricotta

En mi opinión un bizcocho es un trocito de nube con el que cual el café por la mañana me sabe todavía mejor. Soy una auténtica fan de todos los tipos de bizcochos, pero cierto es que el que más me gusta es el que lleva yogur. No sé...Esa ternura al cortarlo, esa ligereza, esa esponjosidad mezclada con el azúcar glas... es algo que no se puede describir. Además, por qué no decirlo, es la estrella de la repostería de mi madre, así que creo que he comido más bizcochos de yogur que nadie en esta vida. 


Yo soy muy de la idea de que un bizcocho siempre sabe mejor de buena mañana, acompañando a un delicioso cappuccino con su espumita... mmmmmm no hay mejor manera de empezar el día. Así que ayer ante un repentino ataque de querer usar mi nueva amasadora de la cual estoy absolutamente enamorada, pensé en hacer "El Clásico", el clásico e infalible bizcocho suave de yogur pero con un toque diferente, así que probé la receta añadiendo ricotta (creo que en castellano se llama ¿requesón?) no sé, la cuestión es que lo encontré en el supermercado y me emocioné al encontrar una marca italiana, puesto que es difícil de encontrar la auténtica ricotta ligera típica italiana. Tiene ese toque suave que parece que no sea queso y además aporta una textura super suave a las recetas. Yo la uso también por ejemplo mezclada con la salsa de tomate fresco en la pasta, y os aseguro que es amor puro. Además en uno de mis blogs "top" Ho Voglia di Dolce, hay miiiiiiles de recetas que usan ricotta (con Nutella, con limón, con almendras, etc).


Os dejo una foto de la que compré yo, venían tres paquetitos de estos :) Yo no pude resistirme en meter comerme una cucharada antes de echarla a la mezcla. Realmente la diferencia entre un bizcocho normal y este creo que es la suavidad y la ternura de la masa, puesto que al no llevar mantequilla y añadir el yogur y la ricotta queda con un toque diferente y especial :) Allá va la receta:

INGREDIENTES:
- 125 g de yogur natural
- 250 g de azúcar blanco
- 3 huevos
- 375 g de harina
- un sobre de levadura (Royal)
- 100 ml de aceite de oliva suave o girasol
- una cucharada de vainilla en pasta o vainillina
- 120 g de ricotta fresca
- azúcar glas para decorar

PROCEDIMIENTO:
1. Precalentamos el horno a 180ºC
2. Preparamos el molde engrasándolo con spray desmoldante o con mantequilla y harina al estilo tradicional ;)
3. Mezclamos o a mano o en la amasadora (mi nueva adquisición, me encanta) las tres yemas de los huevos y apartamos las claras para montarlas a punto de nieve. Esto dará un toque de ligereza y suavidad extra al bizcocho, y las reservamos. Mezclamos junto a las yemas el azúcar, el yogur y la vainillina o la pasta de vainilla
4. Añadimos poco a poco la harina tamizada junto a la levadura al resto de masa.
5. Añadimos el aceite y la ricotta
6. Finalmente añadimos las claras a punto de nieve y las incorporamos al resto de la masa con movimientos envolventes.
7. Vertimos la masa en el molde y horneamos a 180ºC con el horno con calor solo abajo, durante aproximadamente 30 minutos, y hacemos la prueba del palillo para ver si está listo, y ¡tachán! Ya está listo nuestro angelical bizcocho.
8. Desmoldamos cuando esté frío y espolvoreamos azúcar glas para decorar. A mi me encanta ponerle muuuuuucho azúcar glas, que quede bien nevadito :)


(Lo sé, las fotos son muy feas, pero esta vez no he tendido tiempo de hacerlas más bonitas... Realmente en directo es mil veces más bonito y apetecible). Espero que os haya gustado esta sencilla y casera receta de un clásico de la repostería, que a pesar de no ser una super elaboración, no falla nunca y encanta a todo aquel que lo prueba! Besos!

Dolce Amarena Barcelona

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